lunes, 30 de mayo de 2016

Pigmalion y Galatea

(Un texto de Óscar Lobera en suplemento económico del Heraldo de Aragón del 15 de mayo de 2016) 

Las expectativas que nos fijamos sobre una persona influyen en el autoconcepto que ésta se hace de sí misma y terminan influyendo en sus comportamientos y en su rendimiento. A este hecho se le denomina en psicología 'efecto Pigmalion'. Asimismo, cuando el rendimiento de una persona viene determinado por sus propias expectativas personales, la psicología lo denomina 'efecto Galatea'.

Ambos efectos ha sido demostrados científicamente y ambos son aplicables al ámbito de la gestión empresarial, de modo que la forma de comunicarse un líder con su equipo e incluso la forma en que se relacionan entre si los miembros de un equipo influyen en el rendimiento individual de las personas. 

Por lo tanto, es recomendable que los líderes de una organización trabaja en una triple vía. En primer lugar, en generar y transmitir expectativas positivas sobre las personas de la organización. En segundo lugar, en generar un ambiente general de confianza entre las personas de la organización, y, en tercer lugar, aunque no menos importante, en conseguir que cada empleado se genere sus propias expectativas positivas. 

Nota (leído en otro sitio): Los antiguos griegos dieron origen al sobrenombre de este efecto a través de la leyenda mitológica de Ovidio, que dice que un escultor llamado Pigmalión se enamoró de Galatea, una de sus creaciones. Pigmalión estaba tan ciego de amor que trataba a la escultura como si fuera una mujer real hasta que, por mediación de la diosa Afrodita, la escultura llegó a cobrar vida.

martes, 3 de mayo de 2016

Capital riesgo y fondos buitre

(Extraído de un texto de Carlos Manuel Sánchez en el XLSemanal del 12 de enero de 2014)

[...] capital riesgo es un término ambiguo que se utiliza para dos tipos de fondos. Los primeros se dedican a darle un empujón a empresas innovadoras que están empezando (conocidas como start-up). Su nombre en inglés es venture capital. Los segundos (llamados private equity) compran compañías ya establecidas con problemas de financiación; las reestructuran y las venden al cabo de cinco o diez años.

Y hay un subgrupo dentro del private equity que va a la caza y captura de chollos. Son los denominados fondos 'buitre'. Vigilan a sus presas con paciencia, esperando para lanzarse sobre las que están tan débiles que no pueden reaccionar, o picotean la deuda soberana de un país en apuros. Los operadores financieros evitan esta denominación peyorativa y suelen llamarlos fondos oportunistas o distressed debt (deuda problemática).[...]
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