sábado, 30 de abril de 2022

Vampiros de valor

 (Un texto de Pedro Mata en el Heraldo de Aragón del 12 de mayo de 2019)

Se llama 'vampiro de valor' a la empresa disruptiva que 'chupa' los beneficios o los ingresos disponibles en una industria (Wade, 2015). La ventaja competitiva de estos vampiros se centra en la presentación de una innovación que se impone y suplanta la oferta existente a un mejor precio. Las empresas del sector se ponen a la defensiva, pues se enfrentan a una oferta de valor de coste insuperable.

En ocasiones, los vampiros de valor no solo ofrecen precios bajísimos, sino que comienzan a ofrecer de forma gratuita productos y servicios que antes representaban un elevado desembolso para los consumidores.

Además, estas empresas suelen mejorar el servicio ofrecido anteriormente en la industria y exportan su oferta a otros sectores. WhatsApp sería un ejemplo de vampiro de valor. Su aparición a precio mínimo, actualmente gratuito, propinó una drástica reducción de los ingresos de los operadores de telefonía móvil. Uber, al menos en los mercados en los que está instalado con normalidad, ofrece mejores precios y mejor servicio. Además, Uber está entrando en otros sectores, como la entrega de comida a domicilio.

El mérito estará en encontrar la 'estaca' adecuada para cada vampiro.

sábado, 23 de abril de 2022

Una moneda verde para comprarlo todo

 (Un texto de C. Carabaña en la revista Ling de octubre de 2017)

Seamos sinceros. Reciclar es un proceso cansado para muchos. Hay que separar la basura, tener varios cubos, llevar cada bolsa a un contenedor con varios viajes... con lo fácil que eran los tiempos antiguos en los que todo iba a la bolsa negra y arreglado. Pese a estas dificultades, a base de campañas de concienciación, en España se recicla un notable 76% los envases de plástico, latas y briks y los envases de papel y cartón. Pero aún falta una cuarta parte del país por adaptarse. En Ámsterdam pueden haber encontrado una solución tan antigua como efectiva para impulsar el reciclaje: el estímulo económico.

Wasted es la empresa encargada de gestionar este servicio. La idea nació en 2015 con un concepto muy simple. Dar dinero virtual y descuentos a cambio de reciclar. Primero, los usuarios deben registrarse en la web, recibiendo entonces un kit con 12 bolsas de basura. Cuando llenen la primera, ya sea de plástico, papel o textiles, hay que llevarla al contenedor habitual, escanear el código QR que tiene y subir una foto de la bolsa para mandarla a la empresa a través de una aplicación. Por cada bolsa, el usuario recibe una moneda virtual, una divisa verde, una recompensa con la que puede adquirir servicios y bienes por la zona norte y este de Amsterdam. Cada servicio costará un determinado número de monedas. 

Las 150 recompensas incluyen servicios y bienes como una clase de yoga, un segundo refresco, dos salsas extra en una comida, un 10% de descuento en un café, un tratamiento de reiki, un taller sobre cómo hacer el café perfecto, un 50% en una bolsa de chucherías, una copia extra de tu llave gratis... Hay que aclarar que se parece más a un cupón para servicios extra que a una moneda como el euro.
El proyecto crece lento pero fuerte. Se lanzó en 2015 y solo para plástico. Desde entonces ha recolectado más de una tonelada de este material. A finales de 2016 eran 700 hogares los que se habían inscrito al programa. Según sus últimos datos, han crecido hasta casi 500 nuevos hogares concienciados en poco más de medio año. Calculando con el número medio de personas por familia y hogar en Holanda, da como resultado que unas 2.600 personas participan en él y han tenido un crecimiento muy fuerte. En junio de 2017 implantó la opción para papel, textiles y vidrio, recolectando en estos pocos meses 153 kilos de papel, 103,5 kilos de textil y 175 kilos de vidrio. 

También mejora el conocimiento que los ciudadanos tienen de su propia generación de residuos. Según un estudio llevado a cabo por la propia Wasted, el 52% de los usuarios dijo que habían aprendido a mejorar sus hábitos relacionados con la basura y un 23% habían reducido su consumo total de plástico al ver cuánto generaban a la semana. 

Este tipo de ideas y conceptos de fomento del reciclaje mejoran las tasas de esta acción. La consultora independiente Eunomia, en su análisis lnvestigating the lmpact of Recycling Incentive Schemes, asegura en un estudio de 2014 que estos sistemas aumentan de media un 8% el reciclaje haya donde se instalan, pero que en algunos escenarios han llegado a subir un 32%. 

Si se implantase en países como España, a lo mejor se lograba lo nunca visto. Un 100% de personas reciclando puede ser un hito histórico, pero cada español genera de media unos 460 kilos de residuos al año. La única solución viable en el largo plazo es bajar esa cifra. Miremos a los suecos. Hace poco menos de un año, sus plantas de reciclaje se quedaron sin basura para generar calor y tuvieron que importarla. Los ingleses pagaron entre 40 y 50 dólares por tonelada para que los suecos se encargasen de sus residuos. Eso sí que es un estímulo económico.

martes, 5 de abril de 2022

El gran salto de Tetra Pak: cómo un humilde tetrabrik cambió la economía

 (Un texto de Javier Serrano en El Mundo del 9 de marzo de 2020)

Cuando hablamos de innovación, se piensa en el iPhone, ordenadores o inteligencia artificial, pero a veces es más sencillo. Es el caso del tetrabrik de cartón, que revolucionó los bienes perecederos.

etra Pak es una de las compañías que nos ha acompañado toda nuestra vida: su gran invento fue el tetrabrik y, desde que lo pusieron en el mercado en 1963, la leche, los zumos, el vino y tantas otros productos los hemos consumido en estos envases. Prácticamente todos los días pasan por nuestras manos recipientes inventados, desarrollados y fabricados por Tetra Pak.

En 2020 la compañía de origen sueco cumple 60 años desde que llegó a España: seis décadas de crecimiento, desarrollo e innovación. Hablamos con Ramiro Ortiz, director general de Tetra Pak Iberia. Este ingeniero brasileño de 45 años lleva toda su carrera en la compañía, desde 1998, y conoce bien la filosofía de la organización. "Nuestra misión es proteger los alimentos, preservar sus cualidades y alargar su vida útil". Esa es la razón de ser de Tetra Pak. "Y además", añade, "debemos hacerlo con un impacto mínimo en el medioambiente, de forma sostenible". Y alrededor de esos dos ejes, preservación de la calidad de los alimentos y sostenibilidad, la compañía estructura toda su actividad.

HISTORIA

Todo empieza en los 50, poco después de terminar la Segunda Guerra Mundial, cuando Ruben Rausing, el fundador de la compañía, se dio cuenta de que hacía falta otra forma de envasar para conservar mejor los alimentos. Así empezó a diseñar sus primeros envases de cartón. La idea fue un éxito, supuso una revolución y la expansión comenzó inmediatamente y a toda velocidad.

Ya en los años 90, Tetra Pak entró de lleno en todo el proceso de producción de alimentos. "Los envases siguen siendo nuestra principal línea de negocio, un 70% del total", explica Ortiz, "pero también nos dedicamos al proceso completo. En el caso de la leche, por ejemplo, ofrecemos una solución completa: el ordeñado y recolección, el procesado del producto y el envasado; la cadena completa para llevar el alimento desde el origen hasta el consumidor". También lo hacen con otros productos como el queso o la mayonesa.

A día de hoy, los números de la compañía ilustran su presencia en todo el mundo: unas ventas a nivel global de 11.200 millones de euros, presencia en más de 160 países, 25.500 empleados, casi 200.000 millones de envases vendidos al año, 56 plantas de producción, cinco centros de investigación y desarrollo...

En la región de Iberia, a la que pertenece España (además de Portugal, Angola y Cabo Verde), la facturación anual supera los 560 millones de euros. El grupo cuenta con algo más de 700 trabajadores y dispone de tres fábricas en Arganda del Rey, Sevilla y Lisboa. El director general añade que "la compañía ha crecido en los últimos años a ritmos de entre el 4% y el 5%, aunque ahora nos movemos en tasas cercanas al 1%".

Esta presencia ha hecho que Tetra Pak sea en la actualidad una referencia para toda la industria alimentaria. "Aparte de los lácteos, que ya hemos comentado, también en conservas, vegetales, atún, aceitunas, zumos... Incluso en algunos cosméticos, que se comportan de una manera similar a ciertos alimentos".

La sostenibilidad se ha convertido en una obsesión para la firma. Son conscientes de que a la industria del envase se la mira con lupa en un mundo en el que el material desechable está cada vez menos aceptado. Sin embargo, su primera gran ventaja es que "nosotros somos de cartón, que es un material 100% renovable y reciclable". El 75% de sus envases son, efectivamente, de cartón. Solo un 20% son de plástico y un 5%, de aluminio. En ese sentido, ya tienen mucho ganado.

La segunda ventaja es su apuesta decidida por la sostenibilidad. "Es algo que está en nuestro ADN desde los orígenes de la compañía. Fuimos de las primeras del mundo en elaborar un informe de sostenibilidad, siempre hemos sido plenamente conscientes de la necesidad de que el impacto ambiental de nuestra actividad sea mínimo".

El plástico, por ejemplo, es una preocupación importante. "Hemos empezado a utilizar un material de origen biológico. Lo obtenemos de la caña de azúcar y es totalmente reciclable". De momento es algo costoso, pero ya ofertan tapones de plástico vegetal para las compañías que quieran utilizarlo en sus envases. "La velocidad que tardemos en pasar de los materiales derivados del petróleo a estos nuevos, de origen vegetal, dependerá de la disponibilidad que nos ofrezca el mercado. Pero el objetivo a medio plazo es eliminar los primeros", asegura el directivo brasileño.

En cuanto a proyectos concretos, Tetra Pak está trabajando en los tapones que, según la normativa que viene, deberán ir sujetos al envase y no podrán soltarse. "El grueso del esfuerzo lo hacemos internamente. La inversión comprometida en I+D en este proyecto es de cerca de 50 millones de euros en tres años, de 2019 a 2021".

Otro cambio importante es la inminente desaparición de las pajitas de plástico, tan habituales en nuestros refrescos desde que éramos niños, pero muy dañinas para el medioambiente y muchas especies. "Estamos desarrollando equipos para producir a alta velocidad pajitas de papel. En este caso, la inversión comprometida para el trienio en curso es de 30 millones de euros."

Ramiro Ortiz incide en que "estamos investigando e invirtiendo mucho en este tipo de desarrollos". Toda la estrategia de Tetra Pak va dirigida a ofrecer un servicio de máxima calidad y mínimo impacto, lo que "supone un esfuerzo brutal, pero es una filosofía irrenunciable". De hecho, los cuatro pilares en los que basan sus decisiones son: (1) productos y servicios de calidad para los clientes y los consumidores finales; (2) sostenibilidad, tanto en lo que se refiere al consumo energético de sus propias fábricas como al reciclaje de los envases; (3) mejora de las operaciones, para que suba la productividad y disminuya la merma de materiales, y (4) innovación, entendida por digitalización y procesos que mejoren la sostenibilidad.

En definitiva, "buscamos el beneficio sostenible del envase. Como dijo nuestro fundador, Ruben Rausing: 'Un envase debe ahorrar más de lo que cuesta".

LA ECONOMÍA ES CIRCULAR

La compañía de origen sueco ha puesto uno de sus focos en la recuperación. "En España, el nivel de reciclaje de cartón es del 85%, un dato muy bueno. Vivimos en un país muy concienciado".

El primer pilar para que el reciclaje funcione es precisamente ese: que la gente se mentalice, y Tetra Pak participa activa y constantemente en campañas informativas. Pero son necesarias más cosas: que funcione bien la recolección (en el caso de nuestro país, EcoEmbes se encarga de ello), que exista una industria recicladora fuerte (en este ámbito es Saica quien está a la cabeza) y, finalmente, que se genere una industria que consuma el material reciclado.

"Hasta 2018", explica Ramiro Ortiz, "el proceso era lineal, pero ahora es circular". Eso significa que un material que inicialmente era residual se transforma en materia prima nuevamente y consigue una segunda vida. "Con el cartón hemos evolucionado mucho. Ahora trabajamos con la industria del reciclado para aumentar el valor del residuo de plástico y aluminio y poderlo aprovechar".

REVOLUCIÓN EN LA ALIMENTACIÓN

El tetrabrik, lo que en la compañía llaman "el envase aséptico", cambió por completo la forma de entender la distribución de alimentos. El impacto social fue descomunal. "La gran aportación es que alargaba considerablemente la vida del contenido, manteniendo intactas sus propiedades sin necesidad de conservantes". Productos perecederos con un margen de vida muy corto comenzaron a durar mucho más. "Y si la durabilidad se alarga, el alimento se puede llevar más lejos, no importa que tarde más, porque el género se conserva en perfectas condiciones."

Las consecuencias fueron inmediatas. Las compañías de alimentación pudieron incrementar su producción, salir de su ámbito puramente local y empezaron a exportar. "Galicia y Asturias son dos buenos ejemplos, y los tenemos muy cercanos. Los ganaderos se encontraron con la posibilidad de envasar la leche y venderla al resto del país, o incluso al extranjero". El negocio se multiplicó. Y lo mismo ocurrió con muchos otros productores de diferentes países.

Quizá por eso es difícil encontrar una nevera hoy en día que no contenga algún tetrabrik.

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