(La columna de Pablo R. Suanzes en el suplemento económico
de El Mundo del 16 de junio de 2013)
El pasado [11 de
junio] falleció Robert Fogel, historiador y premio Nobel de Economía (http://www.nobelprize.org/nobel_prizes/economic-sciences/laureates/1993/)
en 1993 (http://www.nytimes.com/2013/06/12/business/robert-w-fogel-nobel-winning-economist-dies-at-86.html?hpw&_r=2&pagewanted=all&).
Fogel ha sido uno de los rostros más visibles -y polémicos- de la cliometría,
la disciplina que aplica teoría económica y métodos cuantitativos (matemáticas,
estadística) al estudio de la Historia (http://online.wsj.com/article/SB10001424127887324688404578541673072463856.html).
La disciplina se
remonta a finales de los años 50 (http://www.jstor.org/discover/10.2307/2593168?uid=2&uid=4&sid=21102459280087).
Existe una Sociedad Cliométrica desde 1983 (cliometrics.org). En 1964,
Fogel publicó Railroads and American Economic
Growth: Essays in Econometric History, un trabajo pionero. Pero fue otro libro, Time on the Cross (1974), junto a Stanley Engerman, el que marcó
época (eh.net/node/2749).
Un estudio
cuantitativo en dos volúmenes sobre la esclavitud (http://digitalhistory.concordia.ca/courses/hist403w08/wp-content/uploads/2008/01/timeonthecross.pdf).
Un libro importantísimo, documentado, pero que le valió muchas críticas (http://www.scottbeaulier.com/Kolchin.pdf).
Por afirmar, entre otras cosas, que la esclavitud era rentable porque estaba diseñada
de forma eficiente (http://www.colorado.edu/ibs/eb/alston/econ8534/SectionIV/Fenoltea,_The_Slavery_Debate_A_Note_From_the_Sidelines.pdf).
Y que, al depender su negocio de ellos, muchos propietarios trataban a los
negros mejor que algunos empresarios del norte a sus trabajadores libres. No
justificaba, ni mucho menos (http://cghs.dadeschools.net/slavery/interpretations_of_slavery_in_U.S/fogel.htm),
sino que analizaban (http://www.econtalk.org/archives/2006/11/engerman_on_sla.html)
en términos numéricos y no morales, contracorriente (http://www.sjsu.edu/faculty/watkins/fogel.htm).
Los enfoques cuantitativos
son minoritarios en el campo historiográfico, pero muchos hablan de la revolución
cIiométrica del último medio siglo (http://books.google.es/books?id=NTsQXxYtWXQC&dq=time+on+the+cross+fogel+defense&source=gbs_navlinks_s).
En España, en los 70 ya estaba presente (http://elpais.com/diario/1976/06/23/cultura/204328805_850215.html).
Y en los 80 se extendió de la mano de Prados de la EscIosura, Martín Aceña, Fraile
y otros (http://www.aehe.net/ingles/historia.html#cliometria). A pesar de la
resistencia de los materialistas y las
acusaciones de «deshumanización», (http://www.revista.unal.edu.co/index.php/ceconomia/article/view/32858/39464).
Eloy Fernández habla
de una «escisión anunciada» entre historiadores (http://ifc.dpz.es/recursos/publicaciones/18/32/6fernandez.pdf).
En América Latina hay (http://www.camega.org/inicio/index.php/perfil/ensayos/80-cliometria-y-neoinstitucionalismo)
ecos también (http://www.banrep.gov.co/docum/ftp/borra118.pdf). Peter Turchin, biólogo
reconvertido, cree que hay que ir mucho más allá y aboga por la «cliodinámica» (http://socialevolutionforum.com/2013/02/26/the-rise-and-fall-of-cliometrics-and-the-coming-rise-of-cliodynamics/).
Dice que la cliometría tocó techo en 1978. Y aboga por transformar la Historia
en una ciencia «analítica y predictiva» (http://chronicle.com/article/Quantifying-the-Past/137419/),
que busque patrones (http://matematicasdigitales.com/la-historia-explicada-a-traves-de-matematicas-cliodinamica/)
y hasta anticipe el futuro (http://www.elconfidencial.com/tecnologia/2013/04/12/cliodinamica-o-el-arte-de-predecir-el-futuro-con-base-matematica-4665/).