(La columna de Pablo Rodríguez Suanzes en el suplemento
económico de El Mundo del 19 de enero de 2014)
Si la Navidad es época de excesos y consumo, la cuesta de
enero suele serlo de buenos propósitos, arrepentimientos y pensamientos. Perfecto
para la reflexión sobre el vínculo entre un periodo de tiempo tan especial y la
economía. Para un niño, la primera vez que habla con Santa Claus es un momento mágico.
Para un padre friki, un ejemplo de big
data y aprendizaje asimétrico (http://eaves.ca/2013/12/24/santa-claus-big-data-and-asymmetric-learning/).
Hay decenas de países en los que Papa Noel, o similar, trabaja a destajo. Aquí un
mapa (http://www.smithsonianmag.com/smart-news/see-every-one-of-santas-international-guises-180948205/?utm_campaign=12242013&no-ist).
Un esfuerzo de esa categoría merece una recompensa. ¿Cuánto debería ganar Papa
Noel? Un 25% de los estadounidenses cree que 2.000 millones de dólares al año. Un
30%, que nada. El consenso, que 138.000 dólares. Y un 14%, que Bill Gates debería
ocupar el cargo (cnbc.com/id/101275827). La neuróloga Kelly Lamber, en todo caso,
aconseja mantener el mito y la ilusión en los niños (http://www.nytimes.com/2013/12/22/opinion/sunday/santa-on-the-brain.html?smid=tw-nytimes&_r=0).
Donde los niños ven regalos y felicidad, Joel Waldfogel,
autor de Scroogeonomics: por qué no
deberlas comprar regalos por Navidad (http://blogs.wsj.com/economics/2009/10/16/qa-scroogenomics-author-on-the-holidays-orgy-of-wealth-destruction/),
ve ineficiencias y pérdida de valor. Un reciente panel de primeros espadas, sin
embargo, no lo tiene tan claro (http://economix.blogs.nytimes.com/2013/12/19/economists-less-scrooge-like-than-you-thought/).
Yves Smith, en Naked Capitalism,
recuerda que era un especulador y malo, pero se pregunta... ¿era Scrooge un neoliberal?
(http://www.nakedcapitalism.com/2013/12/scrooge-neoliberal.html). En el Smithsonian
han elaborado una lista con 10 personajes reales que amargaron navidades (http://www.smithsonianmag.com/history/top-10-real-life-grinches-12149543/?utm_campaign=12242013&utm_medium=socialmedia&utm_source=twitter.com&utm_content=historyandarchaeologygrinch).
Art Carden hace una lista de formas en la que un economista puede chafar las
fiestas (http://www.forbes.com/sites/artcarden/2011/12/18/ruining-christmas-an-economists-guide/).
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