jueves, 27 de junio de 2013

Buscando explicaciones al comportamiento económico



(La columna de Pablo R. Suanzes en el suplemento económico de El Mundo del 19 de mayo de 2013)

Durante décadas, los científicos han tratado de encontrar factores raros que ayudaran a predecir el comportamiento económico. Hay quien ha dicho que la belleza de las camareras o el aumento de los mosquitos anticipan colapsos (http://www.cracked.com/article_19567_7-bizarre-trends-that-predict-economic-collapse.html). O que las mujeres llevan faldas más cortas en épocas de bonanza (http://www.bloomberg.com/video/rising-stock-market-means-rising-hemline-4~ATRvEnQwSzmTKsLCaaVw.html). Robert Allsbrook tuvo su momento de gloria al vincular colores de corbatas y euforia (http://www.nbcnews.com/id/33009977/ns/business-forbes_com/t/forget-stock-market-just-look-pink-ties/#.UZZ_m8p6pCo). Otros hablan del alto de los tacones (http://www.huffingtonpost.com/2011/11/23/high-heels-new-economic-indicator_n_1108401.html). Y durante mucho tiempo se ha asociado ganar un Mundial o la Superbowl con una mejora de la economía (http://economics.about.com/od/economicindicatorintro/a/superbowl.htm). O lo contrario (http://59.67.100.12/JPK/hbyhx/ckwx/ywwx/j.1540-6261.2007.01262.x.pdf). 

Sin embargo, investigadores de las universidades de Aarhus y UC Santa Barbara han encontrado el criterio definitivo, la madre de todas las correlaciones absurdas (http://www.economist.com/blogs/babbage/2013/04/neuroscience). Tras someter a un cuestionario a cientos de personas, encontraron que los hombres ricos tienden a oponerse más a la redistribución. Pero sólo cuando se cumplía una condición más: tener unos bíceps muy desarrollados (http://www.theatlantic.com/health/archive/2013/05/study-mens-biceps-predict-their-political-ideologies/275942/). Y al revés, los cachas con estatus socioeconómico bajo son más partidarios de la redistribución, mientras que los que tienen brazos normales, no. La explicación, para ellos, es meramente evolutiva: «sería un error para los más débiles tratar de apoderarse de los recursos cuando no pueden prevalecer», como lo sería «para los más fuertes ceder lo que pueden defender» (http://pss.sagepub.com/content/early/2013/05/13/0956797612466415). 

Las tiendas utilizan técnicas de todo tipo para estudiar el comportamiento de los clientes (http://pandodaily.com/2012/10/30/predicting-irrational-shoppers-commerce-sciences-applies-behavioral-economics-to-ecommerce/). Los psicólogos creen que la personalidad influye en la visión económica (http://papers.ssrn.com/sol3/papers.cfm?abstract_id=2029016). Y también el lenguaje (http://faculty.som.yale.edu/keithchen/papers/LanguageWorkingPaper.pdf), o las novelas de Ray Bradbury (http://cms.bsu.edu/-/media/WWW/DepartmentalContent/MillerCollegeofBusiness/Econ/research/FacultyPapers/Bohanon2009lf.pdf). O la identidad religiosa (http://economics.cornell.edu/dbenjamin/Religious%20identity%20and%20economic%20behavior.pdf). O la testosterona (http://www.agenciasinc.es/Noticias/Influye-la-testosterona-fetal-en-el-comportamiento-economico) y (http://marginalrevolution.com/marginalrevolution/2009/04/testosterone-and-economic-behavior-some-new-results.html). O, de alguna forma, las manos (http://www.economist.com/news/science-and-technology/21576376-keeping-straight-face-not-enough-handy-tip). O el tamaño del pene (http://www.businessinsider.com/academic-paper-economic-growth-penile-length-2012-7).

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