(La columna de Pablo R. Suanzes en el suplemento económico
de El Mundo del 19 de mayo de 2013)
Durante décadas, los científicos
han tratado de encontrar factores raros que ayudaran a predecir el comportamiento
económico. Hay quien ha dicho que la belleza de las camareras o el aumento de
los mosquitos anticipan colapsos (http://www.cracked.com/article_19567_7-bizarre-trends-that-predict-economic-collapse.html).
O que las mujeres llevan faldas más cortas en épocas de bonanza (http://www.bloomberg.com/video/rising-stock-market-means-rising-hemline-4~ATRvEnQwSzmTKsLCaaVw.html).
Robert Allsbrook tuvo su momento de gloria al vincular colores de corbatas y
euforia (http://www.nbcnews.com/id/33009977/ns/business-forbes_com/t/forget-stock-market-just-look-pink-ties/#.UZZ_m8p6pCo).
Otros hablan del alto de los tacones (http://www.huffingtonpost.com/2011/11/23/high-heels-new-economic-indicator_n_1108401.html).
Y durante mucho tiempo se ha asociado ganar un Mundial o la Superbowl con una
mejora de la economía (http://economics.about.com/od/economicindicatorintro/a/superbowl.htm).
O lo contrario (http://59.67.100.12/JPK/hbyhx/ckwx/ywwx/j.1540-6261.2007.01262.x.pdf).
Sin embargo, investigadores de las universidades de Aarhus y
UC Santa Barbara han encontrado el criterio definitivo, la madre de todas las
correlaciones absurdas (http://www.economist.com/blogs/babbage/2013/04/neuroscience).
Tras someter a un cuestionario a cientos de personas, encontraron que los
hombres ricos tienden a oponerse más a la redistribución. Pero sólo cuando se
cumplía una condición más: tener unos bíceps muy desarrollados (http://www.theatlantic.com/health/archive/2013/05/study-mens-biceps-predict-their-political-ideologies/275942/).
Y al revés, los cachas con estatus socioeconómico bajo son más partidarios de
la redistribución, mientras que los que tienen brazos normales, no. La explicación,
para ellos, es meramente evolutiva: «sería un error para los más débiles tratar
de apoderarse de los recursos cuando no pueden prevalecer», como lo sería «para
los más fuertes ceder lo que pueden defender» (http://pss.sagepub.com/content/early/2013/05/13/0956797612466415).
Las tiendas utilizan técnicas de todo tipo para estudiar el
comportamiento de los clientes (http://pandodaily.com/2012/10/30/predicting-irrational-shoppers-commerce-sciences-applies-behavioral-economics-to-ecommerce/).
Los psicólogos creen que la personalidad influye en la visión económica (http://papers.ssrn.com/sol3/papers.cfm?abstract_id=2029016).
Y también el lenguaje (http://faculty.som.yale.edu/keithchen/papers/LanguageWorkingPaper.pdf),
o las novelas de Ray Bradbury (http://cms.bsu.edu/-/media/WWW/DepartmentalContent/MillerCollegeofBusiness/Econ/research/FacultyPapers/Bohanon2009lf.pdf).
O la identidad religiosa (http://economics.cornell.edu/dbenjamin/Religious%20identity%20and%20economic%20behavior.pdf).
O la testosterona (http://www.agenciasinc.es/Noticias/Influye-la-testosterona-fetal-en-el-comportamiento-economico)
y (http://marginalrevolution.com/marginalrevolution/2009/04/testosterone-and-economic-behavior-some-new-results.html).
O, de alguna forma, las manos (http://www.economist.com/news/science-and-technology/21576376-keeping-straight-face-not-enough-handy-tip).
O el tamaño del pene (http://www.businessinsider.com/academic-paper-economic-growth-penile-length-2012-7).
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