(La columna de Pablo Rodriguez Suanzes en el suplemento
económico de El Mundo del 23 de marzo de 2014)
El nacimiento de un hijo es uno de los momentos asociados
siempre con alegría, el momento más feliz de sus vidas para muchos padres. La
paternidad, en el imaginario colectivo, merece la pena pese a los esfuerzos y sacrificios.
Y sin embargo, y como explica el célebre economista Angus Deaton en un reciente
trabajo, «estudio tras estudio se ha demostrado que las personas que viven con niños
están menos satisfechos con sus vidas que aquellos que no lo hacen». (voxeu.org/article/what-good-are-children).
Sus cifras muestran que las personas con al menos un hijo evalúan
sus vidas de forma algo menos favorable que los que no lo tienen, pero que los
padres, a pesar de tener más ira, estrés y preocupación, aseguran ser más felices.
'Nido vacío'. Deaton
y Stone argumentan que los datos de las encuestas son correctos, pero que las
comparaciones de bienestar entre los padres y no padres no tienen efecto entre
las personas que tratan de decidir si tienen hijos. Daniel Gilbert, profesor de
Psicología de Harvard, explica que el matrimonio y el dinero te hacen feliz,
pero que cuando llegan los niños, la curva desciende, y no remonta hasta que se
van. «El único síntoma del síndrome del nido vacío es una sonrisa permanente» (http://news.harvard.edu/gazette/story/2013/02/money-marriage-kids/).
Una millonada. Históricamente,
la paternidad era un bien. Fuerza para trabajar los campos a un precio muy
bajo. Sin embargo, con el paso del tiempo, el beneficio económico posible en teoría
ha desaparecido. Según el último estudio del Departamento de Agricultura de EEUU,
a una pareja de clase media le costará 241.080 dólares criar a un hijo hasta
los 18 años (http://money.cnn.com/2013/08/14/pf/cost-children/). Nadia Taha mete
otras partidas y dispara la cantidad hasta ¡1,8 millones de dólares! (http://bucks.blogs.nytimes.com/2012/11/13/the-cost-in-dollars-of-raising-a-child/?_r=0).
Eso sí, como explica Laura Vanderkam, puestos a tener niños, el tercero es
siempre mucho más barato (http://usatoday30.usatoday.com/news/opinion/forum/story/2012-01-10/family-parents-kids-spending/52484040/1).
KJ Dell'antonia recuerda, sin embargo, que no tener hijos también tiene costes.
En ellos gastas, pero sin ellos, quizás hasta más (http://parenting.blogs.nytimes.com/2012/11/14/the-benefit-in-dollars-of-raising-a-child/).
Bryan Kaplan ha defendido que, en realidad, tener hijos no es tan caro y que en
el pasado, era hasta más costoso (http://www.wsj.com/news/articles/SB10001424052748704289504575313201221533826).
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