(Extraído de la columna de Pablo Rodríguez Suanzes en el
suplemento económico de El Mundo del 18 de abril de 2010)
Henry D. Fetter escribió
un curioso artículo […] en The Atlantic
explicando cómo los impuestos cambiaron el boxeo para siempre. (www.theatlantic.com/henry-d-fetter).
En la década de 1920, los boxeadores eran los deportistas mejor pagados del
mundo. Jack Dempsey y Gene Tunney ganaron entre los dos «más que todos los jugadores
de la Liga Americana en 1929». Las consecuencias fueron inmediatas: el héroe de
los 30, Joe Louis, sufrió tanto la persecución de Hacienda que tituló su
biografía KO by the IRS (la agencia
que recauda en EEUU, www.irs.gov). Por eso, los campeones optaron por pelear
sólo una vez al año y no más, pues el riesgo de perder era mucho mayor que los
millones por ganar: el Fisco se lo quedaba todo.
¿Por qué pagaban tantos
impuestos los boxeadores? La respuesta está en el tipo marginal máximo, que si bien
ahora está en el 35% (desde 373.651 dólares), en los 50 era de hasta ¡el 91%!
El profesor de Harvard Greg Mankiw escribía el miércoles, en respuesta a David Leonhardt
en The New York Times (www.nytimes.com)
sobre la evolución del tipo marginal y los recortes impositivos
(gregmankiw.blogspot.com).
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