jueves, 24 de abril de 2014

Nadando contra corriente

(Parte de la columna de Pablo Pardo o P. Rodríguez Suanzes en el suplemento económico de El Mundo del 20 de septiembre de 2009)

Quien sí se ha ganado el respeto de los economistas es Nouriel Roubini, que tiene en su haber el honor de haber vaticinado antes que nadie la crisis subprime. Este Nostradamus financiero dijo en 2004 que la burbuja inmobiliaria de varios países pincharía, desencadenando una crisis crediticia, la posterior quiebra financiera y, por último, una gran recesión global. Bingo. Aunque a Roubini también se le ha tachado de «agorero», sobre todo porque no se ha podido sacar de sus intervenciones alguna palabra positiva para lo que viene a partir de ahora. ¿Motivo suficiente para seguir temiendo la crisis? Así piensan en California: (marinrealestatebubble.blogspot.com).

Otra opción para los economistas (y ésta es la que utilizan casi todos) es decir lo que piensa la mayoría para camuflarse en la generalidad. Así, el fracaso de no acertar quedará diluido entre muchos y uno siempre podrá apuntarse el tanto en caso de que ocurra justo lo que se predijo. En el blog de Ferhergon se hace un interesante análisis sobre los economistas que se suman a la opinión de la mayoría (ferhergon.blogspot.com). Según el ranking de gurús financieros (http://www.cxoadvisory.com/gurus), Jack Schannep es el analista que más ha acertado en la predicción de la Bolsa.

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